La marca alemana no conoce el minuto a minuto de la operación, por lo que trabaja con todas las posibilidades, utilizando diferentes mensajes, colores o imágenes dependiendo del destino. Con la llegada de las competiciones internacionales, como la Copa de Europa, el estilo de uniforme del sur de Europa se adoptó en el resto del continente y para el final de la década, los equipamientos pesados y las botas de los años previos a la guerra fueron abandonados completamente.