Otras versiones apuntan a que se trataba de lo contrario: mantener el pelota en tu campo a base de pases y evitar que el rival la cogiera y se la llevara a su campo. Algunos de los testimonios que nos han llegado, como el de Galeno, seguramente el médico más famoso de la Antigüedad, señalan que era un ejercicio muy completo porque no sólo ponía en funcionamiento todo el cuerpo, sino que tenía un gran componente de estrategia y juego de equipo.