Lo que me imagino yo es que Krusty le habrá prometido llevarle sí o sí al mundial (evidentemente en «petit comité» y nunca por escrito, claro), ya que si no cuesta entender como un jugador nacido en Brasil, con la posibilidad de jugar un mundial, y encima en su casa, renuncie de esta forma a jugar con su selección (mejor dicho, con la selección del pais que le vio nacer), cuando lo fácil hubiera sido acudir a la llamada de Scolari como hizo Dani Alves en su día (que también se barajó que podía jugar con España) y todos tan amigos.